¡Fechas!

¡Fechas!

Gestionar calendarios y fechas es una necesidad en los proyectos. Pero el cómo lo hagamos no es una cuestión baladí: ¿Os habéis preguntado qué impacto tiene en los proyectos el cómo gestionamos las fechas en las planificaciones? ¿Cómo podemos conseguir que el resultado de una planificación nos aporte valor en la gestión de las fechas?

En un podcast reciente describí dos formas de provocar o forzar fechas en una planificación:

La primera, y más clásica, utilizar las restricciones de calendario para una tarea. En función de los grados de libertad que le deja para situarse en el tiempo podemos tener:

  • Las restricciones más libres: ASAP / ALAP (As Soon As Possible – Inicios tempranos / As Late As Possible – Inicios tardíos). Simplemente me situará la tarea en el primer o último momento posible sin tener en cuenta de que fecha se trata.
  • Las restricciones menos libres: MSO / MFO (Must Start On / Must Finish On). Aquí sí manda el calendario: la tarea debe empezar o finalizar en una fecha en concreto.
  • Y entre las dos formas anteriores las “ni tanto ni tan poco libres”: FNET / FNLT / SNET / SNLT (Finish or Start No Earlier or Later Than). Aquí el calendario no marca una fecha concreta en que debe hacerse, sino unas fronteras que no deben pasarse, por delante o por detrás de la tarea.

Otra forma, poco habitual, pero que me llamó la atención cuando hace un tiempo la encontré en una planificación: utilizar los leds y lags, los adelantos y los retrasos, en la definición de las dependencias funcionales entre tareas.

  • FS + 120: la tarea puede empezar 120 días después de que su predecesora haya finalizado.
  • FS – 120: la tarea puede empezar 120 días antes de que su predecesora haya finalizado.

¿Por qué se utilizó? Se conocían dos hitos del proyecto con calendarios muy fuertes, con fechas muy rígidas:

  • Muchas tareas dependían, para iniciarse, de una autorización administrativa que se conocía en qué fecha iba a producirse.
  • El final del proyecto debía suceder en una fecha determinada.

Y se utilizó el sistema para situar cada una de las tareas del proyecto en la distancia que tenían con el inicio o con el final, según las fechas en que los recursos decían que las tendrían finalizadas. Es decir, en el ejemplo que os he puesto, el 120 no era un requisito técnico de que entre una y otra debía haber estos días, sino que los iba a haber de hecho porque nos decían que se iba a entregar en ese día.

No entro por ahora a valorarlas… simplemente finalizo la descripción de los dos métodos sugiriendo que penséis un rato en las ventajas y desventajas de cada una de ellas. Algunas preguntas:

  • ¿Cómo podemos conseguir que el resultado de una planificación nos aporte valor en la gestión de las fechas?
  • ¿Son las fechas un input o un output de las planificaciones? ¿Son un dato a introducir en la planificación o son un resultado de la planificación que me dice cuándo van a pasar las cosas?

Y por si queréis entreteneros escuchando el podcast, aquí va el enlace https://teoce.com/Podcast/fechas/ que aunque es prácticamente lo que habéis leído puede que queráis escucharlo.

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